Hola amig@s del saber,
Me he propuesto usar el blog como lo que es y a partir de ahora voy a ver si soy capaz de ir haciendo entradas casi diarias.
Hoy se la dedico al conector de 30 pins de Apple, el ancho de los primeros iPhone e iPad (y del tercer iPod).
Este conector y toda su parafernalia (cables, docks, adaptadores…) nos acompañaron desde que entró en casa el iPhone 3 allá por 2006 y hoy oficialmente con la salida del iPad 3 (y la entrada del New iPad 2017) ha pasado a mejor vida, los 3 «iDevices» de casa ya son lighting y la pregunta es: ¿Cuando volverá Apple a cambiar de conector?
Saludos a tod@s,
Elu
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Papá, me han robado el móvil
Espero que si tenéis hijos no tengáis que escuchar esta frase jamás, ni ésta, ni cualquier otra de cualquier cosa mala que les pueda pasar, puesto que como buenos padres, preferiríais que antes os pasara a vosotros 20 veces que a ellos, pero vivimos momentos complicados y el robo de móviles se está convirtiendo en una auténtica plaga, a mi me ha pasado y por eso escribo hoy esta entrada.
Cuando fui a denunciar la policía me confirmó que las denuncias se habían multiplicado en los últimos meses. El robo y mercado negro de móviles se había equiparado a otros robos fáciles de colocar, como lo fueron en su día los radio-cassettes de coche o los “tom-tom”/navegadores también de coches.
La primera reacción es el sobresalto cuando te dan la noticia y la lógica preocupación es que estén bien y que no les hayan hecho ningún daño, al margen del mal rato o susto en la sustracción, lo segundo es el cabreo y la impotencia ante dicha situación, que como vamos a ver nos deja muy desamparados, pero después de leer este artículo espero que un poco menos. A partir del robo y habida cuenta que se trata de “smartphones” que disponen de GPS y demás, intentas ver si puedes hacer algo con la tecnología, pero los “cacos”, especializados ya, actúan rápido, quitan la batería en el acto o lo apagan en caso de que no se pueda sacar la misma (no duran ni 5 minutos encendidos tras el robo). Luego ellos mismos o el compinche que “sabe”, le hace un borrado de datos/reinicio y lo vuelven a poner en circulación vía páginas de segunda mano. Hice la prueba días después “whatsapeando” con anunciantes de dichas páginas, les pides que quieres comprarlo con factura, y de cinco que contacté, sólo uno la tenía, los otros ni factura ni caja ni nada de nada, y eso que eran modelos que no llevaban ni un año en circulación, llamadme mal pensado pero…
¿QUE HAY QUE HACER?
Lo primero que hay que hacer es como en cualquier robo, denunciar los hechos (imprescindible aportar el IMEI que es el identificador único del móvil que podéis ver en la caja/factura, detrás de la batería o marcando *#06#) y luego si tenéis suerte, con la denuncia la compañía de seguros del hogar es posible que os lo pague, pero ojo, no todas lo hacen, o sea que mirad las condiciones cuando contratéis. Además ha de ser ATRACO (uso de la fuerza verbal o física), no cubren el HURTO (al descuido y sin fuerza) y mucho menos el extravío o pérdida. La policía registra el IMEI y va a parar a una lista negra, por lo que de aparecer te lo devolverían, pasa poco, pero a veces suena la flauta, me dijeron que habían localizado alguno que otro en algún control rutinario, sobre todo cuando ven a gente sospechosa sosteniendo uno. La policía, que yo sepa, no da parte a las compañías de móviles, eso lo debéis de hacer vosotros enviando una copia de la denuncia y así el operador anula dicho terminal, y es que señores, lo peor de este asunto es que si las empresas de telecomunicaciones quisiesen (o pudiesen, vamos a ser bienpensados): EL ROBO DE MOVILES SE ACABA DE FORMA INSTANTANEA. Es muy sencillo, el IMEI se registra en la compañía y además lo hace la nueva SIM con su identificador, que además en España va obligatoriamente asociado a un usuario, al que se le podría pedir que devolviese el terminal (puesto que está también localizado el número). Pero no lo hacen en circunstancias normales, para eso se necesita actualmente una orden judicial, que vale más “el collar que el perro” (procurador, abogado y luego tener la suerte de que el juez la emita, que como sabemos puede ir más que saturado el hombre con temas mucho más importantes). Nos queda anular el IMEI y así ese móvil no se podrá resgistrar en ningún operador. Os recomiendo hacer lo que he hecho yo, es un poco derecho al pataleo, pero vais a fastidiar a base de bien al que lo ha comprado sin papeles: No lo deis de baja a las operadoras inmediatamente, esperad un mes o dos, total, ya lo tenéis perdido… Y así el nuevo poseedor cuando más tranquilo esté con su gran compra, se va a encontrar con que no se registra en ninguna red móvil. Si se difunde la noticia, acabamos con el mercado negro y sin nadie que compre…
LA PREVENCION NUESTRA MEJOR ARMA
Teniendo en cuenta que los móviles ahora mismo sirven para muchas cosas (fotos, vídeos, redes sociales, internet…) los chavales los llevan a todos los lados, por tanto están bastante expuestos, hay que aconsejarles que los usen con cuidado, pero eso es difícil de prever. Hoy día tenemos varios tipos de teléfonos inteligentes: Android e iOS (Apple) son los más comunes, pero también están los Windows Phone, los Firefox OS pero son menos corrientes y no los conozco bien. Los dos primeros tienen sistemas casi infalibles para prevenir el robo y para localizarlos, los otros dos es muy posible que también.
Sea del tipo que sea el móvil, lo primero es ponerle un código o patrón para que los “cacos” no puedan acceder a los datos personales, esto es básico y hay que hacerlo SIEMPRE.
Lo segundo es un localizador o programa antirrobo, en Android tenemos el PREY y el CERBERUS, ambos dos disponibles en la Play Store gratuitos o a precios muy baratos. El PREY no está mal, pero si borran datos se borra también, el CERBERUS es todavía más seguro y en caso de ser usuario “Root” es infalible puesto que ni borrando los datos se puede borrar (lo del “Root” es para usuarios avanzados y puede dar al traste con la garantía, así que cuidado). En todo caso son buenas soluciones y es mejor tenerlas, localizan el móvil, le hacen fotos al usuario sin que se de cuenta y nos la envía, nos dan el número de la nueva tarjeta SIM, vamos una gozada. En caso de tener un Samsung tenéis el “Samsung Dive” que lo puede localizar también, siempre y cuando esté registrado en su web.
Para iOS de Apple tenéis el programa que ya viene en el sistema que no es otro que “Dónde está mi iPhone”, que nos permite localizar, hacerlo pitar, sacar un mensaje en pantalla con vuestros datos para que os lo devuelvan, borrarlo… Además en la última versión (iOS 7) tenemos algo realmente espectacular, el ACTIVATION LOCK, que en caso de que lo demos por perdido en el panel de control de iCloud, el nuevo usuario no va a poder activarlo en iTunes, ya que le pedirá el mail y la clave de la tienda Apple nuestros, puesto que queda localizado el número de serie, por lo que se transforma en un bonito pisapapeles. La policía de Nueva York lo aconseja, en Manhattan se roban miles de iPhones al mes!! Con esto el robo de iPhones parece solucionado, en cuanto corra la voz.
Bueno, como os decía al principio, ojalá no os pase nunca, pero al menos si os pasa aquí tenéis algunas indicaciones, que con que sólo a uno de vosotros os sirva, me doy por satisfecho.
De Sinclair a Apple pasando por el PC: 30 Años de Vida Informática
Ante todo que vaya por delante que no pretendo hacer una apología de productos de Apple (ni de Sinclair Research), ni estoy en su nómina ni percibo nada a cambio, sólo quiero compartir con vosotros mis casi 30 años de relación con la informática y a la conclusión que he llegado.
Os voy a contar mi experiencia mediante la cual acabé siendo forofo de los productos Apple y voy a empezar desde casi cero, remontándome a los principios-mediados de los ’80, cuando mis padres (con gran visión para la época) me compraron un Sinclair ZX Spectrum de 48k “para estudiar”, o al menos ese fue el argumento que les esgrimí para que en el ’84 lo comprasen, y aunque la vertiente más explorada fue la lúdica, con ese pequeño aparato de teclas de goma aprendí a programar BASIC y a familiarizarme con los ordenadores, algo que me ha ayudado muchísimo después en el mundo empresarial.
Por esas épocas creo que Apple casi ni existía en España, en USA estaba todavía en apogeo el Apple II y se iba a lanzar en breve el Macintosh. El Spectrum, al igual que el Apple II, era una máquina “abierta”, mediante su slot trasero te permitía ampliarlo con todo tipo de “gadgets” y mejoras, desde la indispensable interface Kempston para joystick (para estudiar, claro está), hasta una interface RS232 (puerto de serie para conectar por ejemplo una impresora o un ratón) y una gran variedad de productos y cacharrería diseñados por third-parties (hasta un sintetizador de voz!!), por no hablar que el soporte de almacenamiento era una cinta cassette cualquiera de óxido de hierro, cuanto más barata mejor.
Pues bien, el tema es que a partir del Macintosh del ’84, Apple pasó a ser una plataforma abierta a cerrada, todo debía de ser Apple o certificado por ellos y por tanto costaba una pasta, y posibilidades de “cacharrear”: Prácticamente Cero. (Abajo el Macintosh original)
En 1990 llegó mi primer PC-AT, un Intel 80286 a 12Mhz VGA de 256 colores 1MB de RAM y 40MB de disco duro que era mucho más potente que el único PC que teníamos en la oficina, un Tandom PC-XT i8088 a 1Mhz monocromo de pantalla anaranjada, que se usaba básicamente para pruebas de conexión por módem (en otro post os explicaré que había vida on-line antes de internet) y para hacer cartas con el Wordperfect (que lo que veías en pantalla no tenía nada que ver con lo que salía en papel, el WYSIWYG vendría más tarde). Ver Tandom abajo.
Con mi PC estaba más contento que unas castañuelas, puesto que haciendo seguidilla del Spectrum, era una plataforma abierta, más abierta imposible, puesto que mi PC era lo que se llamaba un “clónico”, o sea que cumplía el standard IBM-PC pero cada pieza era de su padre y de su madre, y podías ponerle lo que te diera la gana, todavía guardo el recuerdo del día que le “pinché” una SoundBlaster y pasé de los pitos del altavocillo de la caja, a casi alta fidelidad.
Llegaron las interfaces de usuario al PC que hasta la fecha funcionaba con MS-DOS que equivalía a una pantalla negra y una letra «C:\>» seguida de un guión bajo parpadeante (el prompt) que, o sabías los comandos o estabas listo. Era curioso ver la gente en las ferias poniendo su nombre o preguntándole cosas al prompt en los PCs expuestos para recibir un «Unknown Command» o un «Syntax Error». La primera interface que usé fue el Comandante Norton (a veces también las PCTOOLS) que hasta soportaban ratón aunque eran muy rudimentarios, y vi por primera vez al poco tiempo Windows 2.0 al que no le encontré ninguna gracia.
Eso sí, en el ’92 llegó Windows 3.0 (foto de arriba) que ya era otra cosa, fuentes True Type, interfaz agradable, primeros programas de retoque fotográfico y autoedición, mundos que hasta la fecha eran impensables fuera del entorno Mac. Lo que llegó después ya lo sabéis: Windows 95, 98, Millenium, XP, Vista, el 7 (foto de abajo), el 8… Con cada versión van mejorando.
También estaban los NT, OS/2 (este era de IBM), Server y demás de 32 bits nativos más diseñados para empresa. Y por último llegó el Linux que aunque he de decir que está muy bien, no me acabo de acostumbrar, y eso que es potente y gratis!!!
A finales de los ’90 ya se empezaban a ver Macs por muchos sitios, pero os he de confesar que los odiaba, eran caros, eran “cerrados”, no se podía “cacharrear”, no había casi nada de “freeware” ni posibilidad de intercambio de software con los amiguetes (nadie conocido tenía un Mac), ni apenas juegos!!! Por tanto me convertí en enemigo acérrimo de cualquier ordenador con la “manzana mordida”, mi opinión era: “Sí, son muy bonitos y cucos, pero no hay compatibilidad con nada más que con ellos mismos, por tanto no los quiero ver ni en pintura”.
¿Cómo cambió mi percepción? Muy sencillo, entró en casa un iPod Shuffle de los de primera generación (ver foto de arriba), era poco más que un pendrive “blanco y bonito” sin display ni nada, y que por narices tenías que conectar a iTunes para ponerle la música. Eso sí, señores, no había color con el MP4 made in Taiwan que tenía por casa con una minipantalla lcd, y una calidad pésima de audio con una interfaz horrible. Luego entraron más iPods, algún que otro iPad/iPhone y como colofón el iMac de 27”: La manzana nos había envenenado.
Deciros que además del diseño exquisito, para mí lo más importante de Apple es la fiabilidad y la calidad de sus aparatos, os pondré un ejemplo: En cinco años que mi hija tiene su iMac, todavía estoy esperando que me diga que ha cogido un virus, se le ha colgado, que este programa no va, que si me falta la librería XXXXX.DLL, que si el driver, que si…. Cuando con un PC dos o tres veces al mes tenía que ver si le arreglaba no sé qué, que si iba lento, que si virus, malware, spyware, barras de navegador a tutiplén…. Acabando una vez al año formateando y haciendo una instalación “limpia”…. No es que a los Macs no les pueda pasar, pero por ahora les pasa muy poco, en mi caso en cinco años ni una incidencia, al igual que los iPods, iPads e iPhones. Y uno ya tiene una edad, y cada vez me gusta menos el “cacharreo”. Se cumple la gran máxima de Steve Jobs que basaba su estructura cerrada en un control total del producto, para que la experiencia del cliente fuera perfecta, yo al principio pensaba que era marketing engañoso, pero finalmente le he de dar la razón.
Pero para no engañar a nadie, que sepáis que los PCs siguen siendo mayoría en casa y que aunque sigue habiendo por casa un par de iPhones y otro de iPads, yo me he vuelto a Android y además chino, he descubierto Xiaomi!! Una marca de calidad/precio imbatible.
Pues esto es todo amig@s, espero que os haya gustado a alguno la chapa que os he dado.
Un abrazo,
Elu