Si hay épocas en las que los registros de impagados/morosidad toman protagonismo, son sin duda en las crisis. Creedme si os digo que salir en uno de ellos en la Era de la Información y el Conocimiento en la que vivimos es realmente una mala noticia. Pero ¡Qué no cunda el Pánico! Todo tiene arreglo en esta vida empresarial menos la quiebra.
Primero veamos las consecuencias y luego veremos las soluciones. Hoy día cualquier algoritmo sencillo de valoración de límites de riesgo (clasificación de crédito) va a valorar muy «malamente» que nuestra empresa pase a formar parte de una de estas listas de morosidad:
– RAI: Relación de Aceptaciones Impagadas. Fichero de incumplimiento de obligaciones dinerarias, mantenido por el Centro de Cooperación Interbancaria (CCI). Ver artículo
– EXPERIAN-BADEXCUG: Fichero común sectorial relativo al incumplimiento de obligaciones dinerarias, tanto de personas físicas como jurídicas. Ver Web
– ASNEF-EQUIFAX: Fichero común sectorial relativo al incumplimiento de obligaciones dinerarias, tanto de personas físicas como jurídicas. Ver Web
Se aplica la estadística básica que dice que toda empresa que ha acabado por impagar, ha pasado indefectiblemente por aparecer en uno de estos registros, por tanto, los «scorings» actúan y reducen significativamente el riesgo o lo anulan directamente. Por no decir que tal y como está la situación, esta información negativa «corre como la pólvora» azuzada por el uso intensivo de Internet.
¿Cómo lo Arreglamos?
Bien, dependiendo del caso, la solución es bien sencilla, sólo nos va a poder sacar de estos registros, aquél que nos metió, es así de fácil, y además sorprendente lo rápido que puede ser. Ayer mismo lo comprobé, una entidad financiera debido a un error introdujo en RAI al cliente de uno de mis mejores clientes, que se enteró porque se le había reducido el riesgo. Me llamó e identificamos la causa, y a las 24 horas estaban fuera del RAI y poco después con el riesgo reestablecido, sí, como os digo, en 24 horas!!
Lo que no hagáis porque es una pérdida de tiempo es contactar con los titulares de los registros, aunque tengáis razón, ellos no os pueden sacar de ahí, como os decía, ha de ser el que os puso, por lo tanto no os obcequéis con insitirles, no intentéis «matar al mensajero». Y la manera más rápida de solucionarlo es conocer la fuente, algo en lo que os puede ayudar vuestra entidad financiera de referencia o algún partícipe en alguno de estos ficheros.
Por último comentaros, que no descuidéis este asunto por vuestro bien, no es lo mismo aparecer de vez en cuando por algún error, que andar entrando y saliendo de los ficheros una y otra vez, lo segundo dará al traste con vuestro riesgo crediticio, y eso es algo que ninguna empresa se puede permitir.